miércoles, 4 de julio de 2012

¿En qué ocupas tu mente?

Todos mantenemos ocupada a nuestra mente, solo que hacemos diferentes elecciones en cuanto a como la ocupamos. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús que cual era el principal mandamiento por parte de Dios, Jesús respondió “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y CON TODA TU MENTE, y con todas tus fuerzas.” (Mateo 22:37.)



Pero, ¿Cómo saber en qué debemos ocupar nuestra mente? El apóstol Pablo le dijo a los Filipenses “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” (Fil. 4:8 NTV)



Para poder “concentrarnos” en las cosas buenas que Dios dice, debemos de tener una firme convicción de que queremos agradar a Dios. Esta convicción solo proviene de Dios y solo se mantiene cuando valoramos nuestra relación con Él de tal manera que no queremos ocupar nuestra mente en cosas opuestas a lo que Dios describe en el verso en la carta a los Filipenses.



El seguir este mandamiento, el cual Jesús dice que es el principal de todos, significa estar en la presencia de Dios en oración, leyendo Su palabra y haciendo Su obra. Esto básicamente abarca todas las áreas nuestra vida, y el estar flaqueando en una de estas áreas sería desistir voluntariamente a lo más importante que Dios quiere de nosotros.



Hay personas que usan el verso “examinadlo todo y retened lo bueno” (1 Tes. 5:21,) como una manera justificar el tiempo invertido viendo TV, viendo películas  y usando videojuegos el cual su contenido está muy, muy lejos de ser “verdadero, honorable, justo, puro, bello, admirable, excelente y digno de alabanza,” como dice Filipenses 4:8. El contexto de esta advertencia tiene que ver con la palabra profética y no con el contenido de una película.



Las películas, los programas de TV y videojuegos están diseñados para ser divertidos, pues  si no fuera así, nadie ocuparía su mente en ellos y nadie pagaría por ellos. La manera en que yo le trato de explicar esto a mis hijas es algo como “Mira mi amor, yo te amo. Las personas que hacen estas películas no precisamente tienen temor a Dios o amor para ti, por lo que no precisamente están preocupados por lo que tú ves…¡Pero yo sí!”



La realidad es que las compañías seculares no están interesadas en tu integridad como persona, sino en su propio beneficio económico. Ellos no son responsables de lo que tú y yo vemos. Toda la responsabilidad es personal y está ligada con tu relación con el Espíritu de Dios.



Si tú estás dispuesto a ver una película en la que sabes que hay alguna palabra obscena, una escena con contenido sexual, hechicería (hadas, magos,) y cosas que van en contra de lo que Dios nos pide que ocupemos nuestra mente, entonces esto revela la importancia que tu entretenimiento personal tiene comparado con tu relación con Dios.



Si puedes pasar horas viendo la TV y jugando video juegos que usan violencia, personajes relacionados con ídolos, temas sexuales y vulgares, entonces tú has elegido llenar tu mente con lo que es incompatible de una relación cercana a Dios y el que creas lo contrario te lleva a un lugar muy frio espiritualmente, al justificar lo malo y elegirlo para tu vida y la de tu familia.



Al leer esta nota, la reacción natural de un creyente de Dios afanado con las películas, TV y video juegos, podría ser “este tipo es un legalista o un fanático.” Sin embargo yo encuentro irónico que el Apóstol Pablo, cuando entró a Atenas y vio las imágenes de los dioses que ahora conocemos como parte de la mitología griega, dice la biblia que “su espíritu se enardecía en él, viendo la ciudad entregada a la idolatría,” y ahora veo a hijos de creyentes jugando con una imagen de Thor como si fuera un súper héroe. En el libro de Hechos (Capítulo 17) vemos al apóstol Pablo luchando contra las potestades detrás de los ídolos de los griegos y romanos, tales como Hércules/Zeus, dios del trueno, y volteo y veo a un niño en escuela dominical jugando con un mono de este abominable ídolo. Para mí, no tiene sentido.



El mismo Apóstol Pablo le dijo a los efesios, “andad como hijos de luz, aprobando lo que es agradable al Señor, y no participéis con las obras infructuosas de las tinieblas, sino ante reprobadlas.” (Efe. 5:9) Si realmente pensamos que podemos alzar las manos el domingo y llegar a casa y ponernos a ver la TV o una película con contenido no agradable a Dios, y pensar que Dios está sentado junto con nosotros disfrutando, estamos equivocados y hemos hecho nuestra elección en cuanto a con que llenaremos nuestra mente y la de nuestra familia en esta tarde.



NO PARTICIPEMOS EN LAS OBRAS INFRUCTUOSAS DE LAS TINIEBLAS…



Un seguidor de Jesús debe de esperar el regreso de su Señor con celo, con pasión, haciendo la obra para el reino y no ocupando nuestra mente como la ocupan los que en el mundo no conocen a Jesús. ¡Radicalízate! ¡Reprueba lo que es reprobable para Dios! Ocupa tu mente en Él.