miércoles, 23 de abril de 2014

¿Se Puede Ser Un Hijo de Dios y Seguir Pecando?

No importa en que estado te encuentres, tú te puedes acercar a Dios para ser perdonado y entregarle tu vida, sin embargo, el fruto de nacer de nuevo y ser un hijo de Dios es que se lleve a cabo un verdadero cambió, un arrepentimiento genuino y una necesidad interna de dejar el pecado y seguir a Jesús. Cualquiera que te diga que puedes ser un hijo de Dios sin dejar el pecado te miente. La misericordia de Dios te acepta como eres, la sangre de Jesús te redime y la gracia de Dios te transforma dándote la habilidad de caminar rectamente delante de Él. Si tu corazón le pertenece a Dios, Él te sostendrá en tu caminar y no te dejará caer aún cuando llegues a pecar, pero si aún vives en pecado, necesitas nacer de nuevo. 

miércoles, 16 de abril de 2014

¿A QUÉ SE REFIERE DIOS CUANDO USA LA PALABRA "JUSTICIA" EN LA BIBLIA?



Justicia es lo opuesto de "pecaminoso". La palabra “Justicia” en el griego original es “dikaosune”, la cual significa “rectitud”. Justicia es "llevar una vida justa ante los ojos de Dios".


A cuantos nos gusta cuando Jesús dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas,” pero no queremos entender la condición directa de buscar el reino de Dios y de VIVIR JUSTAMENTE, lejos de lo pecaminoso. 


Este es solo úno de muchos de los versos que tanto nos gustan pero que simplemente omitimos que Dios nos llama a PORTARNOS JUSTAMENTE como condición de la promesa:


Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos. Proverbios 15:29 (Quiere decir que SI ESTAMOS VIVIENDO EN LO PECAMINOSO, DIOS NO OYE NUESTRAS ORACIONES)


David dice en 2da de Samuel 22:21: “Jehová me ha premiado CONFORME A MI JUSTICIA; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.” 


¿Quieres verdaderamente conocer el rostro de Dios? Esto dice Salmo 11:7: “Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.”

El mensaje inflado de la gracia que muchos predican solo ha traído un peligroso sistema insensible a lo mundano y atraído a lo pecaminoso. La gracia de Dios nos habilita a vivir rectamente delante de Dios, no nos da la habilidad de seguir pecando.