lunes, 17 de octubre de 2011

Si, ya se…Halloween es del diablo

Imagina que entras a la cocina y sobre la mesa está una olla hasta el tope de aceite caliente. Nadie te dice nada, y aunque echaste un vistazo, tu pasas por ahí sin ponerle mucha atención. De pronto resbalas, y tumbas la olla la cual se derrama sobre ti. El aceite quemaría tu piel y te causaría gran daño. Tendrías cicatrices que marcarían tu rostro.

Eso es lo que pasa en nuestra vida cuando desconocemos o ignoramos el peligro. Me imagino que ya has escuchado algo antes acerca de celebrar Halloween y vas a decir, “Si, ya se, es del diablo.” Dios dice en su palabra que todos somos individualmente responsables por nuestras acciones y daremos cuentas a Él por todo, no importando si conocemos o desconocemos, o si pensamos conocer la que es la verdad.

Si tú crees que Halloween es algo inofensivo porque todo el mundo lo hace, pues tienes un poco de razón, el mundo lo festeja, aunque no es inofensivo. El origen de esta celebración viene históricamente de los celtas, quienes vivían en el área de Irlanda hace como 2000 años. Dirigidos por los druidas, unos sacerdotes paganos y brujos, los celtas celebraban su año nuevo en noviembre, haciendo sacrificios como ofrenda a su dios de la muerte llamado “Samhain.” Ellos pasaban por las aldeas y demandaban que cada familia ofrendara algún animal o un miembro de la familia para ser sacrificado. Este dios demandaba sangre, así que si alguien no quería participar, entonces quemaban su casa, y tomaban a alguien por la fuerza, especialmente un niño o niña para ser sacrificada. También echaban conjuros y maldiciones sobre la familia. De esto viene la tradicional frase de “trick or treat” (ofrenda o hechizo.)

Los druidas echaban a las personas y animales vivos al fuego delante de la imagen de este abominable dios de la muerte. De ahí el origen de la palabra “bonefire” (huesos al fuego,) la cual significa fogata en inglés.

Al salir en su visita a las aldeas, los druidas se disfrazaban con pieles y cabezas de animales sacrificados y hacían adivinaciones y predicciones los unos a los otros. Llevaban un vegetal llamado nabo (parece una cebolla enorme) el cual le marcaban la cara de un demonio y ponían fuego dentro de la misma usándola como una lámpara o antorcha. Cuando los irlandeses trajeron esta costumbre consigo al inmigrar en lo que hoy son los Estados Unidos, ahí no contaban con este tipo de nabo, pero adoptaron las calabazas como substituto.

Los celtas fueron conquistados por los romanos durante el primer siglo después de Cristo, y durante los siguientes 400 años, dos festividades romanas se fusionaron con las de los celtas, el día de los muertos y el festejo en honor a Pomona, la diosa del fruto y la fauna. Para el año 800, la Iglesia católica romana, por mandato del papa Bonifacio IV, decidió remplazar estas festividades con la celebración “All-hallowsmas,” en inglés antiguo significa “día de todos los santos.” La noche anterior se le llamo “All-hallows-eve,” o “noche de todos los santos.” Este acto abominable de “santificar” una horrible tradición pagana y diabólica, es lo que ahora se celebra como Halloween.

Aunque parece una película de terror, esta información se encuentra en los libros de historia y es verdad y no está ni escondida ni es difícil de encontrar. Incluso, reciéntemente se ha instituido a los druidas como una religión oficial en Inglaterra. (http://www.telegraph.co.uk/news/newstopics/religion/8036952/Druidry-recognised-as-religion-in-Britain-for-first-time.html)

No es mi intención el condenar a nadie por celebrar Halloween, ya que para Dios, el mentir, robar, matar o participar en este rito pagano, todos son pecados y son razón suficiente para que seamos destituidos de la gracia de Dios y no conforme a nuestro parámetro de lo que está bien o mal, sino con la vara de medir de Dios. Lo que sí es mi intención es darte a conocer que hay una guerra espiritual por tu alma, y que Satanás realmente quiere engañarte y destruirte. Dios es real, y ha hecho algo maravilloso: Nos ama de tal manera, que mandó a Su Hijo Jesús a morir en una cruz y con eso, pagar el precio que tú y yo merecemos por hacer lo que es abominable ante los ojos de Dios.

Habla con Dios. Él es real.
(Si ya lo has hecho, compártelo con tus contactos.)

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