En un solo capítulo de la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Roma se nos explica de manera detallada cuál es la relación de la iglesia de los gentiles (los que no son judíos) con los judíos y la importancia de saber que cuando los judios acepten a Jesús será una explosión espiritual. También nos dice que siempre ha habido un remanente de creyentes judíos fieles y que la iglesia ha sido injertada al árbol de los hijos de Dios para crear un nuevo hombre en los últimos tiempos, gentil y judío usados para la gloria de Dios en el poder del Espíritu Santo. Aquí está el capítulo completo en la versión "Nueva Traducción Viviente" (la cual muestro por su facilidad de lenguage en este capítulo:
Romanos 11 (NTV)
Misericordia de Dios con Israel
11 Entonces
pregunto: ¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo, la nación de
Israel? ¡Por supuesto que no! Yo mismo soy israelita, descendiente de
Abraham y miembro de la tribu de Benjamín.
2 No,
Dios no ha rechazado a su propio pueblo, al cual eligió desde el
principio. ¿Se dan cuenta de lo que dicen las Escrituras sobre el tema?
El profeta Elías se quejó del pueblo de Israel ante Dios y dijo: 3 «Señor,
han matado a tus profetas y derribaron tus altares. Yo soy el único que
queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también».
4 ¿Y recuerdan la respuesta de Dios? Él dijo: «¡No, tengo a siete mil más que nunca se han inclinado ante Baal!».
5 Lo mismo sucede hoy, porque unos cuantos del pueblo de Israel han permanecido fieles por la gracia de Dios, es decir, por su bondad inmerecida al elegirlos; 6 y
como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas
acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente
es: gratuita e inmerecida.
7 Así
que la situación es la siguiente: la mayoría del pueblo de Israel no ha
encontrado el favor de Dios que tanto busca. Unos cuantos sí lo han
encontrado —los que Dios ha elegido—, pero el corazón de los demás fue
endurecido. 8 Como dicen las Escrituras:
«Dios los hizo caer en un sueño profundo.
Hasta el día de hoy, les ha cerrado los ojos para que no vean
y les ha tapado los oídos para que no oigan».
9 También David dijo:
«Que su mesa de abundancia se convierta en una trampa,
en un engaño que los lleve a pensar que todo está bien.
Que sus bendiciones los hagan tropezar,
y que reciban su merecido.
10 Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver,
y que la espalda se les encorve para siempre».
11 ¿Acaso
el pueblo de Dios tropezó y cayó sin posibilidad de recuperarse? ¡De
ninguna manera! El pueblo fue desobediente, por eso Dios puso la
salvación al alcance de los gentiles. Sin embargo, él quería que su propio pueblo sintiera celos y la reclamara para sí. 12 Ahora
bien, si los gentiles fueron enriquecidos porque los israelitas
rechazaron la oferta de salvación de Dios, imagínense cuánto más grande
será la bendición para el mundo cuando ellos por fin la acepten.
13 Menciono
todo lo anterior especialmente para ustedes, los gentiles. Dios me
designó apóstol a los gentiles. Pongo énfasis en esto 14 porque,
de alguna manera, quiero hacer que los hijos de Israel sientan celos de
lo que tienen ustedes, los gentiles, y entonces yo pueda salvar a
algunos de ellos. 15 Pues,
si el rechazo de ellos hizo que Dios ofreciera la salvación al resto
del mundo, la aceptación de ellos será algo aún más maravilloso. ¡Será
vida para los que estaban muertos! 16 Y
dado que Abraham y los otros patriarcas fueron santos, sus
descendientes también serán santos, del mismo modo que toda la masa de
pan es santa porque la porción que se da como ofrenda es santa. Pues, si
las raíces del árbol son santas, las ramas también lo serán.
17 Algunas
ramas del árbol de Abraham —algunos del pueblo de Israel— han sido
arrancadas; y ustedes, los gentiles, que eran ramas de un olivo
silvestre, fueron injertados. Así que ahora ustedes también reciben la
bendición que Dios prometió a Abraham y a sus hijos, con lo cual
comparten con ellos el alimento nutritivo que proviene de la raíz del
olivo especial de Dios. 18 Así
que no se jacten de haber sido injertados para reemplazar a las ramas
que fueron arrancadas. Ustedes son solo una rama, no son la raíz.
19 Tal vez digas: «Bueno, esas ramas fueron arrancadas para darme lugar a mí». 20 Es
cierto, pero recuerda: esas ramas fueron arrancadas porque no creyeron
en Cristo, y tú estás allí porque sí crees. Así que no te consideres tan
importante, más bien teme lo que podría suceder. 21 Pues, si Dios no perdonó a las ramas originales, tampoco te perdonará a ti.
22 Fíjate
en que Dios es bondadoso pero también es severo. Es severo con los que
desobedecen, pero será bondadoso contigo si sigues confiando en su
bondad. En cambio, si dejas de confiar, tú también serás arrancado por
completo. 23 Y
si el pueblo de Israel abandona su incredulidad, volverá a ser
injertado, pues Dios tiene poder para volver a injertarlo en el árbol. 24 Tú,
por naturaleza, eras una rama cortada de un olivo silvestre. Por lo
tanto, si Dios estuvo dispuesto a ir en contra de la naturaleza al
injertarte en un árbol cultivado, él estará mucho más dispuesto a
injertar las ramas originales en el árbol al que pertenecen.
La misericordia de Dios es para todos
25 Mis
amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se
vuelvan orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene
el corazón endurecido, pero eso solo durará hasta que se complete el
número de gentiles que aceptarán a Cristo. 26 Y entonces todo Israel será salvo. Como dicen las Escrituras:
«El que rescata vendrá de Jerusalén
y apartará a Israel de la maldad.
27 Y mi pacto con ellos es
que quitaré sus pecados».
28 Muchos
del pueblo de Israel ahora son enemigos de la Buena Noticia, y eso los
beneficia a ustedes, los gentiles. Sin embargo, ellos todavía son el
pueblo que Dios ama, porque él eligió a los antepasados Abraham, Isaac y
Jacob. 29 Pues los dones de Dios y su llamado son irrevocables. 30 Ustedes,
los gentiles, antes eran rebeldes contra Dios, pero cuando el pueblo de
Israel se rebeló contra él, Dios tuvo misericordia de ustedes y no de
ellos. 31 Ahora ellos son los rebeldes y a ustedes Dios les mostró su misericordia para que ellos también participen de la misericordia de Dios. 32 Pues Dios encarceló a todos en la desobediencia para poder tener misericordia de todos.
33 ¡Qué
grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es
realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos!
34 Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor?
¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo?
35 ¿Y quién le ha entregado tanto
para que él tenga que devolvérselo?
36 Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén.