sábado, 23 de julio de 2011

¿Trastornas al mundo o el mundo te tiene trastornado?

Nuestra herencia como hijos del Altísimo tiene que ver con el poder de la sangre de Jesús para algo glorioso (Romanos 8:17.) Hemos sido redimidos y comprados a un alto precio no solo para ser salvos, sino para cumplir con el llamado de SER el Reino de Dios en la tierra. Este es un propósito glorioso, y fuera de del mismo no hay NADA en el mundo entero que pueda tan siquiera compararse. ¿Cómo es entonces posible que estemos más influenciados por las cosas del mundo, cuando tenemos el llamado a trastornar el mundo para Cristo? No importa si creciste en el cristianismo o si eres recién cautivado por la gracia del Señor Jesús; Jesús nos llama a negarnos a nosotros mismos por amor a Él, a tomar nuestra cruz y seguirle. (Mateo 16:14)

La sutileza del enemigo al usar todos los medios en este mundo para distraer a los que son una amenaza para el reino de las tinieblas, es tan efectiva en tantos creyentes, que hasta llegamos a defender nuestro gusto por todo lo mundano que nos escudamos equivocadamente en pensar que tales cosas son inofensivas. Su efecto, más acertadamente, podría ser el que nos hace a NOSOTROS unos INOFENSIVOS en el mundo espiritual.

No despreciemos el llamado que Dios tiene para cada uno de nosotros al apreciar más a lo que el mundo ofrece. Oremos porque Dios avive su obra en cada uno de nosotros y  en nuestras congregaciones. ¡Trastornemos esta nación para Cristo!


domingo, 17 de julio de 2011

Para Todo Ministro de Alabanza

Por más virtuosos y creativos que creamos llegar a ser, amigo, no podemos impresionar a Dios. Dios quiere nuestro corazón, y si lo estamos compartiendo con el amor a la música, entonces nuestro corazón está dividido. Mejor es vivir estando postrado, para que los demás solo vean a Jesús, porque la gloria es de Él. Este es un tema muy especial para todo ministro de alabanza, o cualquier seguidor de Jesús que se apasiona por la música, ya que la música, la cual fue hecha por Dios para Su alabanza, ocupa un lugar especial en el corazón de Dios.

Hay algo muy especial en la música. Esto no es un secreto ni para un cristiano ni un incrédulo. La música puede ser un poderoso conducto que apasiona nuestro corazón. Si humildemente estamos dispuestos a glorificar a Dios en alabanza, entonces algo sobrenatural sucede: Dios habita entre los que le están alabando (Salmo 22:3.) Sería una pena pensar que nuestro ego musical (o cualquier otro) y altivez personal tienen algo que ver con un espíritu enamorado de Jesús.

Como ministros de alabanza, somos simples herramientas, pero en la unción del Espíritu Santo, somos instrumentos purificados para que Dios sea glorificado en gran manera. Dios es celoso y no comparte ni Su gloria ni Su alabanza con nadie (Isaías 42:8.) No menospreciemos el glorioso privilegio de ser llamados a ser usados para adorar a Dios a través de la música. Hagamos todo para Él y no para satisfacer a ningún hombre…y ese incluye uno mismo (Colosenses 3:23.)

Todos los músicos experimentamos en algún momento el ser expuestos a la tentación, y el tentador no es para subestimarse, ya que conoce la música muy intensamente porque fue (ya no lo es) el principal ministro musical y todo un experto en la materia, el diablo.

Es fácil enfrentar todo esto si estamos dispuestos a entregarlo a Dios, humillarnos ante Él y disfrutar de nuestro derecho como hijos de Dios a Su asombrosa gracia. Con tal entrega al Espíritu de Dios, ni te acuerdas quien eres ni en donde estás. Hay algo glorioso que sucede en el mundo espiritual cuando la música se usa para alabar al Señor. No hay otro mejor lugar en el mundo entero que este.

lunes, 4 de julio de 2011

Ciudad Juárez: Que Se Rompa Toda Religiosidad

Cuando el Espíritu Santo toma control de las cosas, entonces se rompe toda religiosidad. Los moldes que determinan nuestra manera de ver el mover de Dios deben de ser destruidos, porque el Espíritu de Dios ES INCONTENIBLE. Pentecostés no está en el pasado. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. El Espíritu Santo es AHORA y AQUÍ. Las señales que hizo Jesús SEGUIRÁN a los que creen.

Ciudad Juárez es reclamada para Jesucristo. El Avivamiento es lo que El Espíritu de Dios hace en cada persona. El Espíritu de Dios produce arrepentimiento, lo que lleva al anhelo de vivir en santidad. Es tiempo de afectar a nuestras congregaciones con nuestras vidas santas, apartadas para Dios. Es hora de buscarle en oración y ruego, en clamor y ayuno.

El Espíritu Santo anhela celosamente a cada unos de sus hijos. Cuando Él Espíritu Santo está presente, los pecadores se arrepienten, los enfermos son sanados, los endemoniados son liberados, los fríos son encendidos en el fuego del amor de Dios. ESTO ES AVIVAMIENTO.