sábado, 23 de febrero de 2013

Los Motivadores: Gebel y Osteen


Es triste ver los consejos de aquellos que te motivan a "seguir el anhelo de tu corazón" y "alcanzar el éxito," y otras ambigüedades como esas. No estoy en contra de un consejo motivacional, pero ese mensaje no es mas que el mismo que el mundo te presenta: “Sigue tu corazón,” “Sé tú mismo,” “acéptate como eres.”

¿A ti te suena bueno el consejo? Así puede parecer superficialmente. Considera lo que dice Dios:

“Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del SEÑOR permanecerá.” Proverbio 19:21

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” Jeremías 19:9-10

Tú y yo debemos de estar interesados en los planes DE DIOS para nuestras vidas, y la verdad es que mientras nuestro corazón puede anhelar muchas cosas, la Verdad es que muchas de ellas son carnales. Los sueños que verdaderamente provienen de Dios son las cosas que permanecerán.

Desafortunadamente, muchos motivadores como Dante Gebel y Joel Osteen, que al igual que cualquier personaje de TV secular, te invitan a una falsa búsqueda en el éxito como cristiano en lugar de mostrarte las palabras de Jesús:

“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Marcos 8:34-36

Dios tiene un propósito predestinado para cada hijo suyo y en este plan no caben nuestros anhelos de grandeza, de poderío económico, o de reconocimiento personal. Sus pensamientos no son de mal, sino de bien, mucho mejores que los que tu y yo podríamos siquiera imaginar. Él puede levantar y usar a cualquiera que esté dispuesto a negarse a si mismo y dejar a Dios obrar. Él puede prosperar y el puede detener la prosperidad. Dios nos ha programado con talentos y dones, pero Él dará a cada persona según las intenciones de su corazón.

Las recompensas por una vida en los caminos trazados por Dios para nuestra vida son eternas, mientras que la satisfacción carnal por lograr objetivos personales se desvanecerá.

El verdadero gozo personal proviene de estar en la voluntad de Dios. Él es fiel y recompensará fielmente tanto aquí en la tierra como en el cielo a aquellos que entregan su voluntad a Él.

                                                                                                                             


 

miércoles, 20 de febrero de 2013

Una Paradoja Peligrosa


Mientras recibimos la Gracia de Dios y le alabamos por limpiarnos de nuestros pecados, ¿cómo podemos pararnos y decir que valoramos la Gracia de Dios cuando defendemos nuestra manera pecaminosa de vivir? ¡Que peligrosa paradoja! Constantemente proseguimos vivir en santidad porque Dios dice que seamos santos como Él es Santo. Nuestra obediencia a Su palabra ES el fruto visible que prueba que realmente apreciamos la asombrosa Gracia de Dios.


Queridos amigos, dado que tenemos estas promesas, limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios.(2 Cor. 7:1).


Esto realmente se trata de intentar hacernos “tontos” a nosotros mismos (o como dicen los proverbios, “necios”) cuando nos gustan tanto las cosas mundanas y pecaminosas que estamos dispuestos a llamar “legalistas” a aquellos que no solo eligen vivir una vida en santidad para Dios, sino que apuntan hacia la palabra de Dios para advertir a otros sobre su necedad.

 
No seas un necio. Vive en santidad. Dios no lo está sugiriendo, Él dice “sed santos porque Yo soy Santo.” Sé que la gracia de Dios es tan asombrosa que puede convertir a un amante del mundo en uno que vive en santidad para su Señor. Yo soy testigo de eso.


Hay una advertencia en esta nota. La advertencia no tiene que ver con tu persona, sino con la influencia que tienes con otros. El profeta Isaías escribió “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo…!” (Isaías 5:20) La tendencia de otros a “aceptar” el entretenimiento (tv y películas con blasfemias y que glorifican el pecado) no significa que es correcto seguir viviendo así y esperar que Dios no actúe conforme a su advertencia.


El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el necio de labios caerá. Prov 10:8

A Dangerous Paradox


As we receive God´s grace and we praise Him for cleansing us of our sins, how can we stand and say we value God´s Grace when we defend our sinful ways? What a dangerous paradox. We constantly pursue Holiness in our lives because God says we ought to be Holy as He is. Our obedience to His word IS the visible fruit that proves we truly treasure God´s amazing grace.

“Since we have these promises, dear friends, let us purify ourselves from everything that contaminates body and spirit, perfecting holiness out of reverence for God” (2 Cor. 7:1).

It´s really a matter of trying to fool ourselves (that´s right, we are fools,) when we like the ungodly things of this world so much that we are willing to call “legalists” those who not only choose to live a Holy life for God, but point out to the word of God to warn others about their foolishness.

Don´t be a fool. Live a holy life. God´s not suggesting, He says “Be Holy for I am Holy.” I know that God´s Grace is so amazing that He can turn a world lover into man who lives in holiness for His Lord. I am proof of that.

There is a warning in this note. The warning is not about yourself, but fabout your influence on others. The prophet Isaiah wrote “Woe to those who call evil good and good evil…” (Isaiah 5:20.) The tendency of others to “accept” entertainment (tv and movies with blasphemies and glorification of sin) does not mean it´s right and it does not mean that we can continue living like that and not expect God to act in accordance with His warning.

The wise in heart will receive commandments; but a babbling fool shall fall. Pro 10:8