El evangelio de Jesús no son palabras. El evangelio es poder, es el amor de Dios, que a través de la sangre de Jesús, transforma lo que eres y te hace una nueva criatura. Es un cambio poderoso de alguien como tú y yo, enlodado en nuestra inmundicia, que es arrebatado de las mismas garras del infierno. Una persona que ha recibido el Espíritu de Dios tiene esta transformación, el viejo hombre y mujer mueren y el nuevo es resucitado junto con su Señor. Alguien que recibe esta, su salvación, por la gracia de Dios, totalmente gratis, se da cuenta que habiendo sido pecador y enemigo de Dios, y estando destituido de la gloria de nuestro Dios, ahora ha sido perdonado. El precio que Dios nos dice que merecemos, la muerte, ha sido pagado en su totalidad, no por nuestras obras, para que no nos gloriemos, sino por su gracia, un favor no merecido, por su amor el cual es tan grande que no podemos ni empezar a entender. Una persona que tiene este encuentro, nunca vuelve a ser la misma. La biblia dice que sin santidad nadie verá al Señor. La palabra "santo" significa apartado. Una persona que vive apartada para Dios, es ajena al mundo, no es de este mundo, pero si representa al reino de los cielos en este mundo.
Lo siento, pero a Dios no le podemos apantallar con obras, lo que Dios quiere es tu corazón. Dios no es religiosidad, no es monotonía humana, Dios es fuego y su presencia llena todo el universo. Yo no conozco tu corazón, pero Dios sí. Los hijos de Dios, aquellos que han sido lavados con la sangre del cordero de Dios, aquellos que se han entregado a una vida santa, apartados para su Señor, son aquellos que viven en lo sobrenatural. La biblia dice que las obras que Jesús hacía, nosotros las haremos, y mayores aún. El poder de Dios no es natural, es poderoso para sanar, para transformar a las personas de una vida de pecado, a una vida de entrega anhelando la presencia de Dios. Te tienes que preguntar si en verdad tienes una cercanía con Dios, póstrate, solo/a en tu cuarto, y pídele que te llene de Su Espíritu, y experimenta su amor, métete con Dios, con todo. Si esto, amigo/a, es algo que no has experimentado, te invito a hacerlo hoy. Jesús dice que todo el que le pida de Su Espíritu, El se la dará. Debemos ser fieles a la verdad que es bíblica, y no de palabra humana- Yo soy el más vil de los pecadores, pero Dios tuvo misericordia de mí y me arrebato para Él, para siempre. Por eso te escribo así, porque Dios me ha transformado. Donde había muerte, ahora hay vida. Él me sanó, restauró mi matrimonio y mi familia después de que todo estaba destruido, me sanó después de haber estado enfermo por 15 años, hundido en lo más profundo de los vicios, me liberó, me lavó, y me hizo su hijo. Ahora soy testigo de que Él vive, que murió y que resucitó por mí y por todo aquel que crea. A los que han tenido este encuentro, no nos queda más que vivir para el Rey. Ahora veo como las vidas de otros son transformadas, de cómo enfermos son sanados, de cómo endemoniados son libres...El evangelio de Jesús no son palabras, es poder.
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