Ayer por fin tuve la oportunidad de ver y platicar con un amigo que deje de ver hace algunos años. Prefiero no poner su nombre porque habrá algunos que lo conocen. Al tocar en su casa, su hermana me dijo que no estaba, y mientras me alejaba, al fin nos topamos al final del callejón. Ambos sorprendidos, nos saludamos afectuosamente, y pudimos platicar. La verdad es que, más que solo buscarle para saludarle, él es uno de los que quedan de mis antiguos amigos que no les he contado lo que me pasó hace ya un poco más de dos años y medio.
Después de ponernos un poco al corriente sobre nuestras vidas, le dije que venía a buscarle para testificarle que Dios es real y que mi vida fue transformada de las tinieblas a la luz después de haber tenido un encuentro sobrenatural al escuchar la voz de Dios.
Tal vez en este momento tengas una expresión similar a la que puso mi amigo, jaja. Mi compa tuvo que prender un cigarro, y para colmo, y no fue intencional, lo hizo justo cuando le contaba de cómo Dios me había quitado el vicio del cigarro, junto con todos los otros vicios, en el momento que fui confrontado con Su presencia. Le conté de cómo no solo Dios me liberó de todas las ataduras que había en mi vida, sino que me reveló que era real y que me amaba a pesad de que yo era inmerecedor de su perdón.
Así como tú lees esta nota, mi amigo me escuchó. Después de apagar su cigarro, me dijo que él ya no se drogaba, aunque seguía echándose sus copas y sus cigarros, pero que no tenía enemigos, que no se metía con nadie, que trabajaba y seguía caminando como lo ha hecho siempre y que él tenía PAZ. Cuando me dijo esto, y al ver que yo sonreía al ver su rostro, me preguntó que si no se le notaba que él tenía paz. Le dije que sus palabras decían una cosa pero que su rostro reflejaba su corazón, y que yo podía ver el vacío de su vida, el mismo que yo tuve por tantos años cuando estuve lejos de Dios.
Yo recuerdo ese vacío. Dice la palabra de Dios que la tristeza que provoca el mundo es para muerte, pero la tristeza que es según Dios, es para arrepentimiento y salvación.
Dios tuvo misericordia de mí, y Su amor no es solo para algunos, es para todo el que acepte que necesita a Dios y decida creerle a Él y no a nuestros sentimientos y pensamientos humanos. Yo te aseguro que si tú te encuentras lejos de Dios en este momento, entonces hay un vacío en tu corazón que has tratado de llenar, pero que al final, o sigues en busca del propósito en tu vida o te has entregado a las ataduras de la vida que llevas. Me atrevo a asegurarlo, no por mi experiencia, sino porque Dios lo dice en su palabra, que sin Él, estamos perdidos y somos esclavos del pecado.
Mi Señor Jesús me habló de tal manera que yo no pude resistirme. Si Él está tocando la puerta de tu corazón y te está hablando, entrégate a Él…
Quisiera contarte más de mi testimonio…Que Dios abra nuestros ojos…